LA MARCA

Octubre 26, 2015

TERNAS A GOBERNADOR INTERINO



José Fernando Rivas Guzmán se da a conocer nacionalmente, cuando le puso la banda presidencial al presidente nacionalista Luis Echeverría Álvarez en el año de 1970, desde ahí ocupo un sinnúmeros de cargos, solo faltándole ser gobernador de la entidad, ahora a 45 años podría ser interino de su entidad, los otros dos son: Ramón Pérez Díaz y Eduardo Hernández Nava



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Sabedor de que el haberse arrejuntado políticamente con el muy chamuscado hasta el próximo sábado todavía gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno, el anulado candidato a la gubernatura de Colima por la alianza PRI-PVEM-PANAL, José Ignacio Peralta Sánchez, está haciendo desesperados cuan inútiles esfuerzos por deslindarse del patrocinio del tinajense rechazando el haber recibido apoyos de su gobierno.

Por supuesto que MAM le metió a la campaña peraltista algo más que los buenos oficios de sus colaboradores directos Marcos Santana, Procurador de Justicia, y Rigoberto Salazar Velasco, Secretario de Desarrollo Social, pero probar el “cash” que fluyó hacia ella no es tarea fácil así buena parte del déficit financiero de la administración anguianista corresponda al dinero que le invirtieron para levantar una candidatura que nunca jamás prendió en el ánimo ciudadano, pues a pesar de lo ayudaron panistas de la talla de Virgilio Mendosa Amezcua y el capitalino Pedro Peralta Rivas, más los incondicionales de estos, su cosecha de votos fue muy exigua, tanto que con sólo las siglas del PRI perdió por una diferencia de 14 mil votos.

Para congratularse con MAM, Peralta Sánchez siempre le echó flores a éste, lo respaldo para que endrogara a los colimenses, primero, con 500 millones de pesos para la recapitalización de intereses vencidos y no pagados, luego, los casi mil 800 millones de pesos para pagarles a los constructores favoritos del anguianismo como, Claudio Jacobo Arias Díaz, Óscar Alejandro Torres Contreras, y El Gato Carlos Cruz Mendosa.

Pero como le anularon la elección por haber intervenido a su favor el gobierno del estado a través de dos de sus funcionarios de primer nivel mencionados en el párrafo anterior, se llama perjudicado por el gobierno de MAM:

“Yo no voy a hacer comentarios en contra el gobernador, éste es un tema que lo debe de juzgar la gente, la población. Yo lo único que puedo decir es que no ha habido ningún apoyo del Gobierno estatal a mi campaña política”.

El gobernador se mantuvo al margen y por lo tanto esta declaración que en su momento hace, porque supuestamente la conversación es de marzo, la que finalmente reconoce el secretario Rigoberto Salazar el día 20, “es que no se tradujo en ningún efecto real, en alguna operación política, en algún apoyo, en alguna acción que beneficiara la campaña”, afirmación que, por supuesto, ni él cree.

Por más que trate de quitarse el estigma anguianista, sobre el por segunda vez candidato de la misma desprestigiada alianza priista - verde ecologista-panalisa, Nacho Peralta, volverá a recaer la santa ira del electorado colimense que en él ve más de la misma incompetencia, que desde hace diez años han imperado en los gobiernos estatales priistas.

Los ultras peraltistas que ya veían a su líder sentado en la silla de gobernador andan endiablados porque, según ellos, el maquiavélico Mario Anguiano Moreno se los tumbó con la aceptación que de su ilegal intervención a favor de JIPS hizo su Secretario de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar Preciado, golpe artero y traidor que amerita lo quemen con leña verde y que contra él caiga la santa ira del presidente Peña y de su Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

En la próxima elección extraordinaria de gobernador del estado, si Peralta Sánchez repite como candidato, votar por él será lo mismo que aprobar la desastrosa administración anguianista, con sus miles de trabajadores tan injustamente tratados con despidos, y bajos salarios.



“Lo que hoy es noticia, mañana será historia”

Pedro Velazquez Campos